Alrededor del 6% al 8% de los niños tienen TDAH. Esto significa que, de
un total de 100 niños, entre 6 y 8 de ellos tienen TDAH. Los niños que padecen
esta afección suelen empezar a tener problemas en los cursos de preescolar. Los
niños tienen TDAH con más frecuencia que las niñas. De hecho, hay el doble de
niños que de niñas afectados por este trastorno, aunque se desconoce el porqué.
Un niño tiene más posibilidades de desarrollar un TDAH si un pariente
suyo padece este trastorno u otro tipo de problema del comportamiento. Pero
nadie está seguro de la causa exacta del TDAH, aunque los científicos y los
médicos piensan que lo más probable es que este trastorno esté relacionado con
diferencias en la forma en que funciona el cerebro.
Nadie adquiere un TDAH a propósito, de modo que nadie es culpable de
padecerlo. Además, el TDAH no es contagioso, es decir, no se puede transmitir a
otras personas, como la gripe.
¿Cuáles son los signos del TDAH?
El TDAH puede hacer que los niños se comporten de formas diferentes,
dependiendo de quien lo padezca. La mayoría de los niños con TDAH tienen
problemas para concentrarse y prestar atención. Algunos niños con TDAH también
pueden tener problemas para estarse quietos y para esperar su turno. Pueden
decir las respuestas en voz alta antes de tiempo, sin que otros niños tengan la
oportunidad de levantar la mano.
A veces, pueden ser desorganizados, fáciles de distraer y/u olvidadizos.
Pueden perder sus cosas y tener dificultades para finalizar sus tareas. También
pueden no parar quietos en sus asientos, moverse de un lado a otro, hablar
demasiado o interrumpir las conversaciones de otras personas.
Es importante recordar que todo el mundo se comporta como acabamos de
describir de vez en cuando. El hecho de que a veces te comportes así no
significa que tengas un TDAH.
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